Nuestro grupo organiza más de 3000 Series de conferencias Eventos cada año en EE. UU., Europa y América. Asia con el apoyo de 1.000 sociedades científicas más y publica más de 700 Acceso abierto Revistas que contienen más de 50.000 personalidades eminentes, científicos de renombre como miembros del consejo editorial.
Revistas de acceso abierto que ganan más lectores y citas
700 revistas y 15 000 000 de lectores Cada revista obtiene más de 25 000 lectores
Bernal-Casas David , Pincham H, Harding E, Prabhu G, Fearon P y Dolan R
El trauma se define como una amenaza o agresión física o psicológica a la integridad física, el sentido de sí mismo, la seguridad o la supervivencia de un individuo o a la seguridad física de una persona significativa. Las afecciones de salud mental a largo plazo más comunes resultantes de un trauma son el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y la depresión. Varios estudios que utilizan metodologías de neuroimagen han implicado a la amígdala y al hipocampo en el procesamiento de las emociones en los trastornos del estado de ánimo, y los estudios sobre la depresión en adultos sugieren déficits de conectividad funcional entre la amígdala y el hipocampo. Sin embargo, si bien el trauma contribuye a la depresión de diversas maneras, los mecanismos neurobiológicos subyacentes a la exposición a experiencias traumáticas han sido poco estudiados. Para abordar esta cuestión, utilizamos métodos de morfometría basada en vóxeles (VBM) y modelado causal dinámico espectral (DCM espectral; spDCM) para analizar imágenes de resonancia magnética funcional estructural y en estado de reposo y examinar el volumen de materia gris, el volumen de materia blanca y la conectividad efectiva dentro de la red amígdala-hipocampo en adolescentes sin diagnósticos psiquiátricos, que habían estado o no expuestos previamente a eventos vitales traumáticos. Nuestros resultados indicaron una mayor conectividad intrínseca dentro de la amígdala derecha en individuos con experiencias traumáticas en comparación con los controles. Asimismo, observamos un volumen reducido de materia blanca dentro de la misma región en esos individuos, en comparación con los controles. En conjunto, estos hallazgos sugieren una maduración alterada de la amígdala derecha en adolescentes sanos después de la exposición a un trauma. Interpretamos estos cambios cerebrales como un mecanismo plausible que puede hacer que los individuos sean más vulnerables a desarrollar psicopatología más adelante en la vida.