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Objetivo: Este estudio de caso se realizó para demostrar los aspectos importantes de la diferenciación entre una infección fúngica del seno esfenoidal y un diagnóstico de cáncer. Es importante considerar la enfermedad fúngica en el diagnóstico diferencial cuando se tratan masas en los senos nasales. Una empleada de 55 años estuvo expuesta a una oficina dañada por el agua en la que había crecimiento de hongos y bacterias. Desarrolló una masa esfenoidal que primero se diagnosticó como cáncer. Después de la cirugía, la radiación, la quimioterapia y una segunda biopsia, descargó hifas fúngicas del seno esfenoidal abierto.
Métodos: En 2005, se observó que su lugar de trabajo tenía una intrusión de agua y se inspeccionó y analizó la presencia de hongos y bacterias gramnegativas. Se recogieron muestras de polvo para su cultivo e identificación de moho y bacterias. Las muestras de biopsia se analizaron mediante análisis de ADN por PCR para detectar especies de moho. Un micólogo médico revisó las muestras de biopsia. Los portaobjetos de histología se tiñeron con Giemsa. Los materiales descargados del esfenoides se tiñeron con fungalasa.
Resultados: Se demostró que la masa esfenoidal era un aspergiloma, Aspergillus terreus. Las micotoxinas detectadas en la orina fueron tricotecenos macrocíclicos, aflatoxinas y ocratoxina. El aspergiloma esfenoidal se resolvió por completo después de la administración oral e intranasal de antimicóticos. Los síntomas multiorgánicos resultantes de su exposición y la inflamación crónica disminuyeron después de la desintoxicación y la terapia antioxidante de apoyo. Las observaciones clínicas y las pruebas de diagnóstico descartaron otras causas, revelando una inflamación crónica y una infección resultante de la exposición a hongos y bacterias en el entorno laboral.
Conclusiones: El aspergiloma esfenoidal puede ser tratado médicamente con una combinación de voriconazol y ciclosporina cuando se administran por vía intranasal. La duración requerida de la terapia antimicótica puede determinarse mediante PCR de ADN en combinación con RMN y seguimiento apropiado. Se discuten los hallazgos y se presenta la razón para aceptar el aspergiloma en lugar de una neoplasia maligna esfenoidal. Es imperativo que se considere el origen fúngico en casos de sospecha de neoplasias sinusales .