Investigación clínica sobre pie y tobillo

Abstracto

Prueba del cajón anterior modificada (MADT): una nueva prueba clínica para evaluar la inestabilidad subastragalina: una evaluación clínica y cadavérica

Pasapula C, Memarzadeh A, Devany A, Parmar D, West J, Modi N, Gill DF, Constant C

Antecedentes : La inestabilidad lateral crónica del tobillo describe múltiples patologías que afectan las articulaciones tibioastragalina o astragalina del pie. Una cuarta parte de los casos son causados ??por inestabilidad subastragalina aislada o concomitante. La prueba del cajón anterior (ADT) estándar se utiliza en la práctica clínica habitual para evaluar el movimiento anormal en la articulación tibioastragalina. Sin embargo, una prueba positiva no discrimina si la traslación excesiva se produce en la articulación tibioastragalina o subastragalina. Sugerimos una modificación de la ADT estándar que separa la traslación de la articulación del tobillo inmovilizando manualmente la articulación tibioastragalina para aislar la traslación anterior en la articulación subastragalina. En presencia de una ADT positiva, la prueba del cajón anterior modificada (MADT) ayudaría a discriminar si la traslación patológica se produce en la articulación tibioastragalina o subastragalina o en ambas.
Métodos : Nuestro estudio clínico fue un análisis observacional de una cohorte de 12 pacientes que se habían presentado en una clínica ambulatoria de pies en el este de Inglaterra. Además, se utilizó un estudio cadavérico para evaluar la traslación anterior subastragalina.
Resultados : En el 50% de los pacientes que tenían una ADT clínicamente positiva, la MADT fue negativa, lo que se correlacionó al 100% con las vistas radiográficas de estrés de Broden. Se realizó un análisis cadavérico para mostrar un aumento en la traslación anterior con la sección secuencial de los ligamentos de soporte. Demostramos una reducción absoluta en la traslación anterior en la inestabilidad subastragalina con la fuerza posterior adicional (MADT).
Conclusión : Los datos clínicos y cadavéricos respaldan el uso de la MADT como un complemento valioso en el diagnóstico y la exclusión de la inestabilidad subastragalina como causa de síntomas, además de la radiografía de estrés.