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Xiaochun Snow Wang, Mollie O'Neill1, William Thomas y Joanne Slavin
Las comidas líquidas pueden provocar señales de apetito más débiles que los alimentos sólidos con calorías equivalentes. El objetivo de este estudio fue comparar la respuesta de saciedad del arroz blanco y el arroz integral (grano entero). Además, medimos la respuesta de saciedad del arroz blanco y el arroz integral en comparación con una bebida de glucosa con calorías equivalentes. Cada participante (n = 20) completó tres condiciones, presentadas en orden aleatorio. En tres mañanas, separadas por al menos una semana, los sujetos en ayunas consumieron 400 kcalorías de arroz blanco, arroz integral o bebida de glucosa para el desayuno. Se utilizaron escalas analógicas visuales (EAV) para evaluar el hambre, la saciedad, la plenitud y la ingesta de alimentos prospectiva al inicio, 15, 30, 45, 60, 90, 120, 180, 240 minutos después del desayuno. La tolerancia gastrointestinal se evaluó a los 180 minutos después del desayuno y durante las 24 horas posteriores a cada visita mediante cuestionarios. Se proporcionó un almuerzo ad libitum a los 240 minutos, medido por la ingesta de calorías. La ingesta de alimentos durante 24 horas también se registró mediante un diario de alimentos. La saciedad difirió significativamente entre los tratamientos, y se observó una mayor satisfacción y plenitud tanto con el arroz blanco como con el arroz integral en comparación con la bebida de glucosa. La ingesta de alimentos ad libitum en el almuerzo y la ingesta de alimentos durante 24 horas no difirieron significativamente entre los tratamientos. Tanto el arroz blanco como el arroz integral mejoran la saciedad y reducen la sensación de hambre más que la bebida de glucosa con las mismas calorías. La mayor saciedad no se tradujo en una menor ingesta de alimentos en el almuerzo, lo que respalda la idea de que muchos factores pueden anular el hambre fisiológica.